“¿Qué es lo único que será capaz de convertir a 

América y salvar al mundo?”

 

 

“Mi respuesta es:  la oración.  Lo que se necesita es que cada
Parroquiavisite a Jesús en el Santísimo
Sacramento durante Horas Santas de oración.”
—Madre Teresa de Calcuta

Palabras de la Madre Teresa

“Es preciso impulsar vigorosamente la adoración perpetua con exposición
del Santísimo Sacramento.”

“Jesús se hizo para los humanos el Pan de Vida con el fin de
comunicarnos vida.   De noche y de día, Él está allí.  Si quieres que el amor crezca
en ti, regresa a la Eucaristía, regresa a esa Adoración.”

“Nuestra vida tiene que desarrollarse en torno a la Sagrada Eucaristía
. . . fijen los ojos en Aquel que es la luz; acérquense de corazón a Su
Divino Corazón; pídanle que les conceda gracia para conocerlo, amor para
amarlo, valentía para servirlo.  Búsquenlo con todas sus fuerzas.”

“Por intermedio de María, la causa de nuestra alegría, ustedes
descubrirán que nadie en la tierra les recibirá con mayor alegría, nadie en la
tierra los amará más que Jesús, que vive y que está verdaderamente presente

en el Santísi mo Sacramento . . .  Él está ciertamente allí, en Persona, esperándolos.”

No podemos separar nuestra vida de la Eucaristía, porque si llegamos a
hacerlo, en ese mismo momento algo se rompe
.   La gente pregunta, ‘¿De
dónde sacan las hermanas la alegría y las fuerzas para hacer lo que hacen?’
La Eucaristía no implica sólo el hecho de recibir, sino también el hecho
de saciar el hambre de Cristo.  Él nos dice, ‘Vengan a mí’, porque Él
tiene hambre de almas.”

Recién en 1973, cuando empezamos nuestra Hora Santa diaria, fue que
nuestra comunidad comenzó a crecer y florecer
. . .  En nuestra congregación
solíamos tener adoración una vez a la semana durante una hora; luego en 1973
decidimos dedicar una hora diaria a la adoración. El trabajo que nos espera es
enorme. Los hogares que tenemos para los indigentes enfermos y moribundos están
totalmente llenos en todas partes.  Pero desde el momento que empezamos
a tener una hora de adoración cada día, el amor a Jesús se hizo más
íntimo en nuestro corazón, el cariño entre nosotras fue más comprensivo y el amor
a los pobres se nos llenó de compasión, y así se nos ha duplicado el número
de vocaciones.  Dios nos ha bendecido con muchas vocaciones maravillosas.

La hora que dedicamos a nuestra audiencia diaria con Dios es la parte más
valiosa de todo el día.”

“Las horas de adoración son horas especiales de reparación por los
pecados cometidos, y de intercesión por las necesidades del mundo entero; en
ellas exponemos la humanidad, que está enferma de pecado y hundida en
terribles sufrimientos, a los rayos sanadores, reconfortantes y transformadores
de Jesús que irradian de la Sagrada Eucaristía.”

“La hora santa es nuestra oración familiar; en ella nos reunimos a
rezar el Rosario ante el Santísimo expuesto durante la primera media hora; en la
segunda, oramos en silencio.” Cuando le preguntaron a la Madre Teresa cuántos
conventos tenía, ella respondió:  “Tenemos 584 sagrarios.”

Cuando uno contempla el crucifijo, entiende lo mucho que Jesús nos
amó. Cuando uno contempla la Sagrada Hostia, entiende lo mucho que Jesús nos
ama ahora.
  Esta es la razón por la cual ustedes tienen que pedirle a su
sacerdote que inicie la Adoración Perpetua en su parroquia.  Yo le
ruego a la Santa Madre que toque el corazón de los sacerdotes de todas las
parroquias para que tengan la Adoración Eucarística Perpetua en sus parroquias, y
que ésta pueda propagarse por el mundo entero.”

“El tiempo que uno pasa con Jesús en el Santísimo Sacramento es el
tiempo mejor invertido en la tierra.  Cada momento que uno dedica a Jesús
profundiza nuestra unión con Él y le imprime al alma un aspecto más eternamente
glorioso y hermoso en el Cielo, que nos ayudará a alcanzar una paz duradera en la tierra.”

Oraciones de la Madre Teresa

“Oh, Dios nuestro, creemos que estás aquí.  Te adoramos y te amamos con
todo el corazón y el alma porque Tú, Señor, eres dignísimo de todo nuestro
amor.
Queremos amarte como lo hacen los Santos en el Cielo . . . Llena
nuestra alma con tu Espíritu y tu vida, te rogamos.  Penetra completamente en
nuestro ser y poséenos por completo, para que nuestra vida sea nada más que el
resplandor de Tu propia vida.  Brilla en nosotros, Señor, y permite que Tu
presencia en nosotros sea tal que todas las almas con quienes tengamos contacto
puedan  percibirte en nuestra alma.  ¡Haz que al mirar los demás no nos vean a
nosotros, sino sólo a Jesús!”

El fruto del silencio es la ORACIÓN
El fruto de la oración es la FE
El fruto de la fe es el AMOR
El fruto del amor es el SERVICIO
El fruto del servicio es la PAZ

 

 

Misioneros del Santísimo Sacramento
P.O. Box 1701, Plattsburgh, NY  12901
Tel. (518) 561-8193 — Fax:  (518) 566-7103