Septiembre 2001                                                                                                                                          Boletín de noticias 46

El Triunfo de la Cruz

“El sacrificio en la cruz imparte al creyente el dinamismo de Su generoso amor; el banquete Eucarístico alimenta a los fieles con el Cuerpo y la Sangre del Cordero divino sacrificado por nosotros...” (Papa Juan Pablo II)

“Cuando ustedes contemplan el crucifijo, entienden cuánto los ama Jesús. Cuando contemplan la Sagrada Hostia entienden cuánto los ama Jesús ahora.” (Madre Teresa de Calcuta)

A través del sacrificio de Cristo en la Cruz obtenemos el don de Su Presencia Personal en la Santa Eucaristía. “Aunque Dios es todopoderoso, no le es posible dar más; aunque es supremamente sabio, no sabe cómo darnos  más; aunque inmensamente rico, no tiene más que darnos.” (San Agustín)

“Jesús dijo en la Cruz: ‘Tengo sed.” En el Santísimo Sacramento Jesús continúa diciéndonos a cada uno de nosotros:‘Tengo sed.’ Está sediento de nuestro amor personal, de nuestra intimidad, de nuestra unión con Él en el Santísimo Sacramento. Su anhelo de que estemos con Él en el Santísimo Sacramento es infinitamente mayor que nuestro anhelo de estar con Él..” (Madre Teresa) Jesús sigue anhelando nuestra presencia y nuestro consuelo igual que en el Huerto de Getsemaní cuando dijo, “¿No podrían velar una hora conmigo?” (Mt 26:40).

Jesús nos llama a cada uno de nosotros a ir con Él y pasar tiempo con Él. Lo hace porque nos quiere tanto que quiere salvarnos, sanarnos, cuidarnos, alimentarnos y nutrirnos. No sólo anhela darnos estos dones y gracias especiales a nosotros sino también a cada uno de nuestros seres queridos. Jesús nos ama tanto que continúa derrochando milagros de amor en nuestro favor. ¿Tienen ustedes algún pariente, amigo, o persona amada, que les causa gran preocupación? Pónganlos dentro del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. Pueden estar convencidos de que Jesús los ayudará.  Tengan la completa seguridad y la confianza en el poder de Su Amor para que vuelvan a Su Sagrado Corazón Eucarístico.  Porque Él prometió: Yo reinaré en cada corazón, en cada hogar, en cada país del mundo entero. Yo reinaré a través del Omnipotente, todo poderoso amor de Mi Corazón Eucarístico. Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo a Santa Margarita María: Si tú crees en Mi amor (en el Santísimo Sacramento), si tú verdaderamente crees en Mi amor, entonces verás los milagros de Mi amor.

Jesús no sólo derrama Sus gracias sobre nosotros y sobre nuestros seres queridos, sino que nos permite participar en la obra de la redención.  En las palabras del arzobispo Sheen, “La Hora Santa no es una devoción; es una participación en la obra de la redención ... Él [Jesús] pidió una hora de reparación para combatir la hora de maldad; una hora de unión victimaria con la Cruz para vencer el desamor del pecado.”

“¿Qué convertirá a América y salvará al mundo?” Mi respuesta es la oración. Lo que necesitamos es que todas las parroquias vayan a las Horas Santas de oración ante el Santísimo Sacramento.”  (Madre Teresa)

 ¡Comience la Adoración Eucarística Perpetua en su parroquia hoy!

 ¡El mal debe vencerse con el bien. Un gran mal debe vencerse con un gran bien.  Los males extraordinarios del mundo de hoy deben vencerse con el bien extraordinario de la Adoración Eucarística Perpetua!  Su sacrificio de asistir a una Hora Santa semanal, especialmente en medio de la noche, hará reparación por los males del mundo y abrirá las compuertas del misericordioso amor de Dios sobre la humanidad. Por eso es que nuestro Santo Padre, Juan Pablo II, cuando nos dice que tengamos la adoración incesante nos pide que estemos “dispuestos” a sacrificarnos de manera que “hagamos reparación por las grandes faltas y crímenes del mundo” (Dominicae Cenae, Cap. I, Sec. 2, Art. 3).

“El acercamiento a Cristo en silencio y contemplación no nos distancia de nuestro contemporarios sino que, por lo contrario, nos hace poner atención y abrirnos a las humanas alegrías y tristezas, abriendo nuestros corazones en una escala global. Nos une en humanidad  con nuestros hermanos y hermanas, particularmente con los niños, los cuales son especialmente amados por el Señor. A través de la adoración el cristiano contribuye a la radical transformación del mundo,” (Papa Juan Pablo II).  Nuestro Señor y Salvador Jesucristo,
nos ama tanto que dio su vida en la Cruz por nosotros. Él continúa haciendo esto en el Santísimo Sacramento.  Nos llama a unirnos con Él en Su obra de salvación y redención, “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.” (Jn 15:13).

Durante este tiempo de oscuridad en la historia humana, en el cual se le atribuye tan poco valor a la Vida Divina y a la Vida Humana, necesitamos acudir al Autor de la Vida.  Tenemos que volver a El con amor, reverencia, y fe esperanzada. Necesitamos ir a Él con humildad para ser guíados, renovados y refrescados. Tenemos que recordar Sus palabras “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.” “Yo soy la vid; ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.” (Jn 10:10, 15:5)

Como dijo la Madre Teresa, “Todos nosotros sabemos que a menos que creamos y podamos ver a Jesús bajo la apariencia de pan en el altar, no podremos verlo bajo la penosa apariencia de los pobres, por lo tanto esos dos amores no son sino uno en Jesús.” Es por eso que ustedes deberían pedir a sus párrocos que tengan Adoración Perpetua en sus parroquias.  Yo le ruego a Nuestra Santísima Madre que toque los corazones de todos los párrocos para que tengan Adoración Eucarística Perpetua en sus parroquias, y que se propague por todo el mundo.”

 (Propiedad de los Misioneros del Santísimo Sacramento. Todos los derechos reservados.)

¡Le rogamos sea un apóstol de la salvación y la redención, sea un apóstol de la vida! Ayúdenos a llevar a todos a Jesús, el Ganador de la victoria y del Triunfo de la Cruz¡ Necesitamos sus donativos para continuar este ministerio de evangelización.  Por favor envíe un donativo substancioso, libre de impuestos, por $25, $50, $100, $500, $1.000, $3.000, $5.000, $10.000 o más. (Se aceptan Visa y Mastercard)

  Comuníquese con nosotros para programar los servicios de un Misionero,
  obtener literatura e información para empezar la A.E.P:
 Missionaries of the Blessed Sacrament
 PO Box 1701, Plattsburgh, NY 12901
 Tel. : (518)561-8193  Fax: (518)566-7103  Website: www.ACFP2000.com